El espiritismo

La revista El espiritismo incluía en el primer número de enero de 1872, un artículo titulado «El magnetismo animal y el espiritismo ante la ciencia», que recogía opiniones contrarias a la práctica espiritista firmadas por M. N. S. y publicadas en el número 913 de la revista El Siglo Médico en 1871.

“El oscurecimiento de la razón con lucidez del sentimiento que se llama magnetismo animal, puede en efecto ser útil en algunas ocasiones, permitiendo, como el sueño natural, el descanso de la vida sensitiva y consciente, y concentrando la voluntad en el estudio y curación de una enfermedad ó de un desorden cualquiera. También pudiera utilizársele en otros sentidos, si fueran ciertos algunos fenómenos estraordinarios que de él se han referido. Pero de aqui á convertir esta práctica en una especie de talismán, propio para llevar á cabo toda especie de prodigios, hay una distancia inmensa. En cuanto al espiritismo, que ni es sueño ni vigilia, ni siquiera exaltación, sino más bien estravío del sentimiento, no alcanzamos á vislumbrarle ventaja ni aun escusa alguna. Si á pesar de todo resultaron auténticos, si se confirmaran, ciertos resultados pomposamente anunciados, si la exaltación del sentimiento obtenida por ciertas prácticas pudiera esplotarse con provecho en algún sentido, no hay duda que estas serian adquisiciones dignas de tomarse en consideración, por más que no se obtuvieran sino eclipsando momentáneamente la razón de los individuos. El sueño es también un eclipse parcial de la inteligencia, y entra sin embargo en el orden normal contribuyendo á los fines supremos de la vida. Hé aquí cuanto puede decirse en general, á favor de los ejercicios magnéticos y aun espiritistas, juzgándolos lo mas benévolamente posible. Porque á decir verdad, si se medita bien que el sentimiento, en la esfera racional, es inseparable de la reflexión y del buen juicio; que el entusiasmo y la inspiración del genio son alas que necesitan hallarse lastradas por la madurez de la razón; que los eclipses de la inteligencia deben ser totales y uniformes para aprovechar á la vida orgánica vegetativa; que el sueño incompleto, agitado y calenturiento es más nocivo que útil, y en suma , que el sonambulismo animal y el espiritismo se hallan en el dintel por donde se pasa de la fisiología á la patología, pero más inclinados á esta última que á la primera; nos sentiremos dispuestos á rechazar aun más severamente sus procedimientos, que no siendo buenos en si mismos, difícilmente podrían hacerse aceptables para conducir á algún bien”.

A lo que replicaba Manuel González desde la redacción de El espiritismo unas líneas más abajo:

“Dice el articulista que los eclipses de la inteligencia deben ser totales y uniformes para aprovechar á la vida orgánica vegetativa, y partiendo de este principio, se siente dispuesto á rechazar aun mas severamente los procedimientos del sonambulismo animal y del espiritismo. Con respecto á los procedimientos medianímicos puede desde luego tranquilizarse, en la completa seguridad de que los médiums no duermen ni completa ni incompletamente, pues cuando ejercen sus facultades se encuentran bien despiertos, y el sueño magnético debe ser mas completo que el natural, puesto que al despertar de este queda á menudo reminiscencia y aun recuerdo de las funciones del espíritu, mientras que aquel produce un olvido completo de las mismas. El Magnetismo, el sonambulismo y la mediumnidad, proporcionan instrucción y bienestar; luego son buenos en sí porque conducen al bien”.


© Biblioteca Nacional de España por la imagen digitalizada de la revista.

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