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“Siempre me resultó un obstáculo en mi vida y en todo lo que emprendí que hasta una edad bastante avanzada no fuera capaz de formarme una idea lo suficientemente clara de la pequeñez y miseria de los hombres”.
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“Se puede… comparar a la sociedad corriente con aquel tipo de orquesta de cuernos rusa en la que cada cuerno no posee sino una sola nota, y en la que la música sólo surge de la coincidencia sincopada del conjunto. Pues el entendimiento y el ingenio de la enorme mayoría de las personas son monótonos como cada uno de aquellos cuernos; en efecto, muchas de ellas dan la impresión de tener siempre el mismo y único pensamiento y de ser incapaces de concebir cualquier otro”.
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“[Tengo cierta esperanza de] que el sol matutino de mi fama dore con sus primeros rayos el ocaso de mi vida y doblegue su lobreguez”.
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“(Siempre he tenido la esperanza de morir fácilmente); pues quien ha estado solo toda su vida podrá resolver mejor que nadie este negocio solitario. En lugar de acabar en medio de sandeces inventadas a la medida de la capacidad limitada de los bípedos, me iré con la alegre consciencia de regresar al lugar de donde tan bien dotado surgí y de haber cumplido mi misión”.
Fragmentos de El arte de conocerse a sí mismo. Schopenhauer, Arthur. Alianza Editorial. 2007
