«Por favor, mi dulce Ipsimila,
mi delicia, mi encanto,
invítame a tu casa en la siesta.
Si lo haces, procura que
nadie eche el cerrojo de la puerta
ni se te ocurra salir fuera.
Quédate en casa y disponte a
echar nueve polvos seguidos.
Y, si estás dispuesta, invítame ya:
en la cama estoy recién comido y lleno
atravieso boca arriba la túnica y el manto».
Poesías. Catulo. Traducción de Antonio Ramírez de Verger. Alianza Editorial. 2021
Fotografía del busto de Catulo en Sirmione, Italia.